Vas a poder aprovechar esta promoción en cualquier producto de la tienda.
Hay objetos que no buscan destacarse con estridencia, sino con equilibrio. Esta lámpara de mesa con forma de reloj de arena, realizada en madera de pino natural mate, es una de esas piezas que hablan bajo… pero dicen mucho.
Su diseño se inspira en la sencillez del tiempo: líneas suaves, proporciones simétricas y un concepto que evoca serenidad. La base de madera sin laca ni barnices brillantes conserva su apariencia cruda, como recién salida del taller de un artesano. Se siente cálida al tacto y se ve aún mejor con la luz encendida.
El cuerpo de la lámpara forma una silueta de reloj de arena que, lejos de ser solo decorativa, aporta estabilidad visual y real. No se tambalea, no se mueve, no falla. Está pensada para durar, y para acompañar espacios que priorizan lo natural, lo sencillo y lo armonioso.
La pantalla de lino, en tono neutro, complementa la madera con una textura sutil que filtra la luz de forma envolvente. No encandila ni deja sombras duras: ofrece esa iluminación tenue perfecta para dejar el celular, respirar hondo y cerrar el día como se debe.
👉 Ideal para:
Dormitorios donde el descanso es una prioridad.
Espacios de lectura o meditación.
Rincones decorativos con estilo orgánico o japandi.
Comercios que buscan transmitir calma (consultorios, showrooms, estudios de yoga, etc.)
Puntos a destacar:
Diseño escultórico y minimalista
Madera de pino natural sin tratamientos artificiales
Pantalla de lino con caída limpia y delicada
Luz suave, sin estridencias
Pieza compacta pero con mucha personalidad
Medidas y características:
Altura total: 25 cm
Base: redonda, de aproximadamente 25 cm de diámetro
Cable con tecla de encendido
Tipo de lámpara: E27 (no incluida)
Materiales: 100% madera natural + lino
Color: madera clara + blanco/beige lino
📦 Disponible para envío en todo el país. Llega a tu casa lista para usar. Solo tenés que ponerle la lámpara y disfrutar del ambiente que crea.
Esta lámpara no pide protagonismo. Se integra. Pero cuando alguien la ve, inevitablemente pregunta: "¿Dónde la compraste?"
Y la respuesta, por supuesto, es: en UBID.
